Bucea entre palabras de algodón,
suaves capullos, destellos de luces
y ríos bravos,
barcos veleros que cruzan la bahía
y pájaros que deshilachan plumas de cenizas
ella lleva pájaros en su cabeza
de chorlito,
tiene ideas que no van con su pueblo,
le quieren hacer creer
que está equivocada, pero en verdad
ella piensa que ha vivido equivocada.
una mañana salió de su caja,
dejó los harapos colgados que vestían su cuerpo,
los dejó sin más, en la puerta de calle donde no se deja nada,
porque siempre escucho decir:
no hay que ventilar los trapitos al sol.
pero esa mañana no le importó,
se olvidó por completo de todo,
acordándose de casi nada.

Ahora, es como se mira al espejo.