martes, 6 de enero de 2009

Sirenas de río Marrón


Recurrentemente las mujeres que transitamos este territorio vertiginoso de amar a otra mujer (aunque esto sólo se dé por etapas o por momentos), decimos y nos juramos que los lugares de ambiente no son propicios para generar encuentros entre dos féminas mas allá de una candente noche de alcoba. Casi lo mismo se dice de los chats y las pocas páginas de internet que visitamos a diario en busca de una mujer copada con la cual compartir 19 días y quinientas noches, y esto a veces se cataloga como un milagro de época navideña, o de reyes magos.
La navidad pasó para mí sin regalarme el milagro de sentir de nuevo amor, y no me acomplejo en decir que dejé ir un amor de primavera, que duró menos que los que duraron otros.
¿Dónde buscamos amor? ¿Dónde se puede dar ese encuentro de dos almas gemelas? ¿De dos medias naranjas? ¿Dónde estás mujer de esa sonrisa que me pertenece? No porque sea mía, sino porque se que me la regalas todo el tiempo. Tu sonrisa es mi faro, mi búsqueda permanente.
¿Serás -como dice una amiga- una sirena que me traerá el río, cuando yo menos lo espere?