lunes, 14 de junio de 2010

tarde para café

la llovizna no me detuvo en casa, así que casé piloto, pero no botas ni paraguas. dejé la moto descansar esta vez y me aventuré a mirar la ciudad desde un colectivo, las calles son otras desde esa altura, la gente pasa silenciosa y casi flotando entre las baldosas. Algunos despliegan sus paraguas, enfundados otros en pilotos de diferentes modelos, colores, y épocas.
las gotas caen suave por el vidrio y dejan su bruma tras su paso; el movimiento me adormece un poco, y extraño por ratos el frio que en la moto golpea mi cara.
dejé atras a mi pequeña sobrina que tras un importante berrinche casi se duerme en mis brazos, digo casi, porque cuando llegamos a la cama luego de un gran rato hamacandola en mis brazos casi doloridos ellos, apenas la apoyé abrió sus ojitos pequeños y vivaces, casi siempre sucede lo mismo vos quedas para dormirte una gran siesta y ellos no se de donde sacan esa energía que en un instante te dan vuelta la casa y vos incluida en ella.
Pronto estuve en plena peatonal y la lluvia caía mas espesa. Lo que me gusta de los días de lluvia es mirar a la gente correr, como escapan a las gotas; como buscan caminar protegidos por algun techito.
Los vendedores ambulantes aprovechando la lluvia pregonan "paraguas, paraguas", atino a mirar alguno que me guste, pero desisto de la idea, porque el último paragua que tuve me lo olvidé en un colectivo, y era el mismo que había encontrado tiempo atrás en la biblioteca argentina, pienso ya volverá mi paraguas, y sigo.
Camino despacio, llego al palace garden y entro, esquivando los puestos del medio y las ofertas de botas y carteras, estoy ultimamente comprandome tantas carteras.
Llego a la oficina donde debo hablar ciertos temas importantes, hablamos, resolvemos y sigo mi viaje.
las vidrieras de las librerias me llaman, algunos títulos me sorprenden, algunos me quedan en la retina "que sería de mi sin ti! y me respondo esto: "lo que soy, soy lo que hago". Ya no me dueles como antes en el cuerpo, en plena garganta, ahora sos una brisa que pasa suave y mueve la lluvia. Y sonrío, porque puedo recordarte en un día de lluvia sin llorar.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

mmmm me encanta leerte y suerte con tu libro......que lindo que camines bajo la lluvia y recuerdes y ya no llores...gabiota

Tanshu dijo...

gracias, mientras escribia ese día por momentos pasaste fugaz por mi cabeza.
te veo...

Anónimo dijo...

qué onda Tanshu, te compraste una moto?

Tanshu dijo...

hace años que tengo moto... me gusta la sensación del viento pegando en mi cara, excepto en invierno claro, así que me vendría bien tener un auto en época invernal, compren el libro así llego para el 4 ruedas. jajaaa.