miércoles, 4 de junio de 2008

"que vanidad imaginar que puedo darte todo"

Tal vez no sea hoy el día, ni la noche, ni el momento. Pero sí! Tal vez si ponemos de nuestra parte, si hacemos el esfuerzo de construir, de apaciguarnos, de mostrarnos tal cual somos.
Mirarnos a los ojos fue tan bello, enloquecía en tu mirada, me perdía, me encontraba. Renacía como ave fénix. Era yo más que nunca aunque a veces pensaba lo contrario.
Te veías tan bella cuando reías, cuando hablabas, cuando pasabas.
Tengo tu última imagen en mi memoria, estabas ansiosa, te mostrabas distante, inquieta, comprabas garrapiñadas, caramelos de gomas; estabas esperando que yo te mirara, pero que loco yo solo puedo pensar en esto, mientras Escucho la lluvia caer como palabras pesadas “que vanidad imaginar que puedo darte todo” cuando no tengo nada.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué espera el otro de nosotros? Jamás podríamos saberlo, sólo somos aproximaciones a lo que creemos que el otro espera... y así nos vamos encontrando, desencontrando, naciendo, muriendo, volando, creciendo... viviendo.

Anónimo dijo...

y si todo es continúo, y nada parece tener fin ni meta.