fanáticas por el fútbol

Lo más parecido a un hijo, es mi perra, y a ella si le puedo decir, no, hoy no te saco a pasear, mañana, mañana te prometo que salimos a dar unas vueltas por el barrio, y si tenemos ganas nos vamos hasta el parque independencia. Pero bueno tengo muchos sobrinos, y uno muy cercano al que visito mucho y trato de acompañar en sus actividades; el sábado pasado tenía su primer partido de fútbol, de visitante, el juega para Provincial y esta vez le tocó enfrentarse con el club Oriente de zona sur. El frío de locos en una tarde gris mitigó la concurrencia pero no así a las madres de algunos niños que desaforadas y al borde de un lexotanil gritaban “pegale para adelante, patea el arco, subíiiiiii, bajaaaaaaaaaa”. Enloquecían un poco cada vez más cuando erraban algún tiro o el equipo contrario les metían otro gol. Realmente de ser yo directora técnica del equipo las mandaría a expulsar por desconcertar a los jugadores que en la vorágine de los gritos emitidos por sus madres desde fuera de la cancha, no sabían bien hacía donde dirigirse. El partido en cuestión terminó 4 a 1 a favor del provincial, los jugadores de oriente fuera de la cancha pasaron frente a la tribuna en dirección a sus madres que los esperaban con una clara expresión lo de ustedes fue pésimo. Hubo algún que otro padre que no se quedó atrás y sermoneó diciendo vergonzoso a cada uno de los pequeños participante.
La categoría de mi sobrino es 2002 y la verdad que causa un poco de ternura ver a esos mini-jugadores con camisetas mas grandes que sus cuerpos y ajenos a casi toda regla y que lo único que quieren es divertirse, jugar y pasarla bien. Era muy bueno ver al equipo contrario en este caso el Orienta meter goles y enanos que no pasan el 1.10 metros abrazados en la cancha festejando. A ver padres, un poco de cordura no viene nada mal, y los chicos sólo quieren divertirse.