Parir
las palabras
a borbotones
pujando con esmero,
resoplando
el aliento,
desvaneciendo el tiempo.
Dios
es una palabra
parida por mi boca
en otros días.
Dios es mujer
y viste bello
lleva ropas de sedas y tules,
y rouge en los labios,
su boca es paridora
de blasfemias y orgasmos
y sus ojos
ven nacer ríos de lágrimas
que socavan
Montañas de mitos,
de presunciones
de cosas dichas hasta en otras lenguas.
2 comentarios:
No hay mayor sorpresa que descubrir que una no es quien pensaba, no siente lo que debería y lo que anhelaba para su futuro, no es lo que realmente quiere. La puja entre el ser y el parecer, nos juega una mala pasada. Y la guerra por la auto aceptación, se libra numerosas batallas. ¿Quién es el que juzga? ¿Quién es el que condena? Puesto a que la identidad sexual nada tiene que ver con la integridad moral y poca gente participará de nuestra vida privada… ¿A quién le debe importar? Si la aceptación, valoración y la libertad son partes indispensables de la felicidad, no perdamos el tiempo. Vivamos y disfrutemos nuestras vidas. Desde el lugar que nos toca, seamos mujeres de bien; hijas, hermanas, madres y amantes. Seamos felices.
Lo prometido es deuda...
Besos,
Celeste
"su boca es paridora
de blasfemias y orgasmos"
Y creo que aquello resume todo lo que creo de ciertas personas.
Un beso.
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